Los padres de Amalia fueron barraquers y ella ha vivido la fiesta desde que nació, aunque ajena a una comisión hasta 2015, cuando entró a formar parte de la foguera Francisco Albert, en la cual desempeñó el cargo de dama dos años seguidos. En 2017 fue belleza de la misma hoguera, aunque no continuó en su cargo hasta el final y en 2018 fue comisionada de la foguera Princesa Mercedes. Actualmente pertenece a la foguera Campoamor en la que es belleza y ahora candidata. Se dedica al cuidado de niños y bebés, ya que le gustan mucho, mientras estudia una oposición para ordenanza.
Su mejor momento, después de haber vivido uno malo en su cargo de belleza anterior, fue en la presentación: “mi mejor amiga y mi belleza 2015 me subió mi banda, le vi desde arriba y no me lo podía creer, me puse a llorar como una tonta y ella mientras iba subiendo la rampa también, sabía lo que significaba para mi poder llevar una banda de belleza y cumplir mi sueño. Espero seguir disfrutando en esta familia fogueril y seguir siempre al pie del cañón para que esta fiesta no decaiga”.
Amalia ha vivido momentos duros, pero también graciosos, como este que nos relata: “el día 24, después del pasacalle y una pequeña ofrenda en la iglesia, decidí cambiarme y quitarme el traje para poder cenar tranquila y no preocuparme de mancharme o estropearlo. A los 5 minutos de no llevar el traje puesto, me vinieron a avisar de que una hoguera venía a visitarnos y a dejarnos su llibret, tenían que estar las bellezas vestidas para recibirles… Tuvieron que cambiarme corriendo ahí en medio del racó y ponerme el traje completo (la mantilla me la dejé puesta, menos mal) Entre 3 personas me vistieron como pudieron, pero me dejaron lista en menos que canta un gallo… Qué suerte tuve”.
Si fuera una de las seleccionadas en el festival de elección del mes de mayo tiene claro de quién se acordaría: “la verdad que me alegraría por mi madre y mi padre que no está, ya que él me enseño todo lo que sé de la fiesta. También sería una ilusión por mi comisión, ya que llevan muchos años sin tocar fuego, pero es una cosa que poco se me pasa por la cabeza la verdad, somos muchas chicas”.
A Amalia los desfiles le encantan, ya que “es cuando eliges qué traje de entre todos ponerte y desfilas delante de Alicante por las calles de tu ciudad. Enseñas un pedacito de lo que es la fiesta”. Lo que menos le gusta es según su criterio, “la rivalidad que se ha creado a la hora de hacer los playbacks, es un momento de convivencia entre las hogueras y en la tuya propia, pero cada año hay más rivalidad y se disfruta menos, se han perdido muchos valores. Cambiaria los premios del playback a la hora de darlos, me gustaría que por participar diesen o reconociesen de alguna forma el esfuerzo que conlleva el estar meses preparando todo, puesta en escena, trajes, etc”.
Espera disfrutar de esta nueva etapa como candidata con sus compañeras: “todavía no conozco a todas y me gustaría en todos los actos que nos esperan al menos ir conociéndolas más. Sobre todo disfrutar y pasarlo bien, es lo que al final del camino te vas a llevar, personas y momentos”. Las telas de sus faldas son de Vives y Marí, pero se las ha confeccionado una modista que ya lleva años confeccionándole los trajes. El traje de la pasarela se lo ha comprado en una tienda, “Trapitos”.
Y un último agradecimiento a su Hoguera Campoamor: “He llegado este año a una hoguera nueva, sin conocer a nadie directamente para ser su máxima representante, ser la belleza. En todo este tiempo me han demostrado ser una familia pequeña pero unida en todo momento, son pocos pero siempre están al pie del cañón. Siempre les estaré agradecida por dejarme cumplir mi sueño. Espero y deseo seguir con ellos durante muchos años. GRACIAS”.