Yelitza Almada es una mujer de 34 años, alicantina de nacimiento que desde pequeña ha vivido la fiesta desde fuera. Pegada a la valla contemplaba como plantaban la foguera, disfrutaba de la pólvora y también de los desfiles que discurren por el centro de la ciudad en los días grandes de Junio.

Pero llegó el día en el que le realizaron una propuesta irrechazable y se convirtió casi sin darse cuenta, en la representante como Belleza de la comisión de la que a día de hoy es orgullosa candidata, Campoamor Norte – Plaza de América.

Compagina esta actividad con sus distintas profesiones y es que es monitora infantil de lunes a viernes y azafata los fines de semana. Y lo hace con total normalidad porque «si te organizas bien, da tiempo a todo».

Guarda un recuerdo espectacular de las pasadas fiestas de fogueres, por inesperados, con sorpresas, ilusiones compartidas, llantos, sentimientos imborrables que intentó plasmar en su discurso de despedida, «para poder así
contar una experiencia tan nueva para mí , y agradecer a todas las personas que fueron partícipes en mi gran locura de ser belleza y que han estado conmigo en todo».

Si un sueño ha sido poder ser la máxima representante honorífica de su comisión, uno mayor sin duda sería tener la oportunidad de representar a la ciudad siendo una de las elegidas en el próximo festival de elección. Sería un orgullo enorme y se lo dedicaría sin lugar a dudas a su querida abuela, a esa mujer que desde la sombra ha seguido cada paso con más ilusión que ella si cabe. Tambien por su Dama, amiga y mentora, persona que tuvo la genial idea de introducirla de lleno en este mundo, del que no piensa alejarse jamás.

Ataviada en regional por Puri Antón y Ana Almada en el bordado, ha confiado en las manos de Vanesa Aracil para la confección del traje de la pasarela del puerto.

Desea disfrutar de estos días finales esta experiencia tan enriquecedora a todos los niveles, seguir contagiándose de la mágia y sorprendiéndose para culminar el que sin duda ha sido, el mejor año de su vida.

Yelitza, una mujer que es todo corazón.

¡Suerte!