Sara Benedicto es una alicantina de 23 años que lleva dos décadas integrada junto a la mayor parte de su familia en la comisión de una foguera céntrica, cuidadosa de las tradiciones, la Ofrenda, la música y la pólvora… La Rambla de Méndez Núñez.
Graduada en Psicología por la Universidad Miguel Hernández de Elche, en la actualidad se encuentra cursando primero del grado de Magisterio Infantil en la Universidad de Alicante, complementándolo además con el estudio de inglés . Una mujer todo terreno, de hoy en día, organizada, paciente y puntual, todavía le queda tiempo para disfrutar de su pasatiempo preferido, les Fogueres.
Una fiesta a la que admira y comparte con sus seres más queridos. Sangre festera de la que se siente orgullosa y con la que tiene innumerables recuerdos vividos durante el ejercicio en el que tuvo la suerte y el privilegio de representarlos como Belleza 2018.
Una presentación emocional y una plantà mágica son dos de esos recuerdos maravillosos que perdurarán en su mente mientras viva. En ellos, se veía reflejada a la perfección la ilusión, emoción y alegría, también el trabajo en equipo para conseguir que todo saliera a la perfección y que la Rambla luciera perfecta.
Ese es su sitio y aquella su gente, así que Sara no imagina ni por un instante separarse del lugar donde se siente plenamente satisfecha y feliz. Por ellos le encantaría que su nombre finalmente resultase elegido en la Plaza de Toros el día del festival de elección, porque es consciente del respeto y admiración que le tienen a todas y cada una de las mujeres que a lo largo de la historia han conseguido «tocar el fuego». Sería un verdadero placer, entrar en ese círculo de privilegiadas que han tenido la oportunidad de llevar el nombre de su Foguera en ese ámbito. Aunque si no lo consiguiera, Sara quedaría tranquila, porque siente que ha cumplido con el mandato que le encomendaron durante estos ejercicios.
Ataviada en regional por una modista amiga, opta por Jose y Toni para la confección del vestido que lucirá en la Gala de Puerto, espera ansiosa esos días en los que poder disfrutar de un camino especial junto al jurado y a sus compañeras candidatas, a las que ya considera amigas.
Vivir el día a día con intensidad y cuando su sueño termine, volver a casa, a su Rambla, después de haber forjado amistades, sumado experiencias y exprimido al máximo los instantes vividos. Feliz por la oportunidad brindada y con experiencia acumulada para continuar , desde su puesto, engrandeciendo la fiesta de Fogueres.
Y volverán los días grandes de Junio, y Sara de nuevo, se sentirá orgullosa al ver al conjunto de los alicantinos y festeros desfilar por su distrito con flores en la mano para la patrona, nuestra Virgen del Remedio, y de nuevo se inundará ese trocito de Alicante de luz, color y olor a mascletá, aunque a Sara diez sesiones le parezcan muy pocas…
Trabajará duro para lograr sus objetivos, pero todo por el momento tendrá que esperar para que Sara pueda poner el broche final a estos ejercicios mágicos junto a las que fueron sus Damas de Honor y su Belleza infantil, ahora candidata. Con las que quiere compartir estos momentos para devolverles en la medida de lo que pueda el calor, apoyo y cariño con el que le han tratado tanto ellas como sus familias.
Juntos han sido asesores y confidentes, han proyectado su dulzura a cada paso que han dado y juntos han formado, el mejor de los equipos. Por ellos, Sara tiene la sensación de que estarán unidos por siempre y que tal y como les dijo en su despedida «lo que une el fuego nada puede separarlo».
Sara, una mujer cálida y sensible ¡Suerte!