Ana pertenece al mundo de las Hogueras desde hace doce años, siempre en su comisión: fue presidenta infantil en el 2012, dama de honor en el 2015 y 2016, delegada de juveniles en el 2018 y belleza 2019. Con todo lo aprendido le gustaría formar parte de la delegación de bellezas y poder ser tan amiga de las nuevas representantes como han sido las actuales responsables de ella: “quiero agradecerles a mis Delegadas su implicación y esfuerzo para que siempre esté impoluta”.
Ha estudiado en el colegio Calasancio de Alicante, tras acabar bachiller realizó los estudios de técnico superior en educación infantil y actualmente trabaja en una escuela infantil como educadora y estudia magisterio de primaria en la universidad de Alicante.
Cuando se para a pensar en un solo momento de los que le ha regalado la fiesta le vienen a la cabeza tantos recuerdos, anécdotas y momentos vividos… Pero entre ellos cabe destacar uno y fue el día de su presentación, cuando su presidente le cedió a su padre ponerle la banda, y junto a él estaba su madre con el ramo: “sin duda siempre estaré agradecida a mi presidente por este gran gesto que recuerdo con tanto cariño y tanta ilusión, ya que al pensar en ese momento me invade el rostro una gran sonrisa y los ojos con alguna lágrima de felicidad. Espero poder devolverle a la fiesta todos los momentos que me ha regalado”.
Ahora recuerda este momento entre risas con sus amigas pero en su momento fue un gran susto y es que “en el 2015 cuando fui dama, me invitaron a quemar la hoguera de mi colegio junto a mi compañera y amiga que también era dama. El momento de encender la traca fue trágico ya que la bengala era corta, la mecha de la traca también y en el mismo instante que acercamos la bengala a la mecha la traca prendió tan rápido que no nos dio tiempo a reaccionar, a lo que yo salí tan rápido corriendo que le pisé la falda a mi compañera y caí al suelo con la bengala en la mano. Afortunadamente todo quedó en un susto, pero a día de hoy el momento de la cremá es uno de los momentos que más ilusión me hace pero también que más respeto me da”.
El hecho de pensar en el acto la elección ya le emociona, ya que formando parte del cuerpo de baile “siempre me ha ilusionado salir a ese escenario rodeada de tantos alicantinos, y más este año que aún no lo he vivido, pero solo de pensar que mi comisión, mis amigos, mi familia estarán en las gradas apoyándome se me escapa alguna que otra lágrima y si por algún casual soy una de las elegidas lo primero que me vendría a la mente es mi comisión, ya que nunca hemos tenido ninguna máxima representante adulta y para mí sería todo un privilegio, pero si no resulto estar entre las elegidas volveré a casa con la misma ilusión sabiendo que mi comisión, mis amigos y mi familia estarán esperándome en el racó para poner el broche de oro a mi sueño”.
Ana se considera una alicantina de los pies a la cabeza y es que elegir un momento entre tantos a lo largo del año le supone un sacrificio pero “me quedaría con la nit de la plantà, ya que en mi comisión es un momento que esperamos con ganas y nos involucramos todos, y el ver que los más pequeños están trabajando hasta altas horas para que el monumento quede impoluto me da la seguridad que el futuro de la fiesta está garantizado”.
Para la confección de sus trajes de novia alicantina y la gala del puerto ha depositado toda su confianza en Balbino Martínez, “ya que son varios años los que llevamos hablando de este gran año y no podía ser de otra forma, tanto a Balbino como a Richard les estaré eternamente agradecida por plasmar mi ilusión en cada traje”.
La nueva etapa que ha comenzado espera disfrutarla al máximo de la mano de su belleza infantil junto a su comisión: “Estoy segura de que nos regalará momentos mágicos y será siempre recordada con gran cariño. En el futuro me gustaría transmitirle a mi familia el amor que tengo por la fiesta y que ellos también tengan este vínculo que tengo con ella”.