A Laura siempre le fascinó todo lo relacionado con la fiesta. Le ha gustado disfrutarlas intensamente, desde su inicio con el pregón hasta su desenlace con la cremà. Fue comisionada de la Hoguera Francisco Albert durante los años 2016 y 2017 y dama d’honor de la misma en este último año. Posteriormente, los años 2018, 2019 y a día de hoy, es comisionada y belleza de la foguera Sant Blai de Baix, una hoguera joven en tiempo pero madura en experiencia.

Es graduada en Nutrición Humana y Dietética pero, actualmente, no está ejerciendo dicha profesión: “siempre me ha gustado trabajar con niños, sobre todo desde el punto de vista nutricional, ya que, aprender a comer sano, principalmente en la infancia, es primordial para mantener el organismo en buenas condiciones y tener una vida feliz y saludable”. No obstante, su verdadera pasión es el maquillaje, y pretende formarme y dedicarse a ello en un breve lapso de tiempo.

Uno de los momentos más especiales de su vida fue el día de su presentación cuando le proclamaron como belleza 2019: “a partir de ese día, cada momento ha sido especial, y aún más, porque cada uno de ellos, lo he compartido con personas maravillosas. Para el futuro visualizo y espero muchas alegrías, muchas vivencias que nos hagan enriquecernos como foguera. Ya que una foguera la forman todos y cada uno de los comisionados, y entre todos tenemos que ir a una. Tengo muy claro que mi familia crecerá aquí”.

Hay tantos momentos divertidos en la que considera su familia de Sant Blai de Baix que le costaría elegir uno. Uno de ellos sucedió en las pasadas hogueras: “el día 24 hicimos un pasacalles por el barrio y recogían a cada uno de los cargos en una casa. Yo tuve la suerte de esperar en casa de la familia Gil. Una vez allí me senté a esperar en el sofá cuando me levantaron la parte de los pies del sofá con un botón me quedé con las piernas para arriba y todos muertos de risa. Ese momento, fue inmortalizado con una foto, que guardo con mucho cariño”.

Si fuera elegida Belleza o Dama del Fuego “me alegraría por mí comisión, ya que me ha seguido y apoyado siempre; esto se convertiría en un sueño compartido. Sé que para ellos sería una ilusión y alegría y seguirían estando ahí si los necesitase, ya que más que comisión yo los llamo familia. Además, me alegraría por mí madre. Ella ha sido mi cómplice es esta aventura y la que me ha impulsado a vivir este año increíble. Siempre ha sido mi sombra allí donde he ido”.

Su traje de alicantina se lo hizo Rubén Hernández: “fue un traje que me enamoró desde el primer momento. El trato recibido fue increíble y los resultados de su trabajo fueron formidables. No me arrepiento de haber depositado mi confianza en ellos. El traje de la Gala del Puerto me lo realizará una modista de mi confianza, Alex Caicedo, quien llevó a cabo mi traje de Fogueres en Nadal. Lo cierto es que trabaja maravillosamente bien, y tengo por seguro que va a saber plasmar mis deseos e ideas en ese vestido que luciré en uno de los días más especiales de mi vida”.

El momento más especial para Laura es la Plantà: “para mí, es uno de los días más emocionantes, ya que es ahí cuando recibes tu hoguera, tanto adulta como infantil. Es ahí donde recibes el esfuerzo realizado durante todo un año, dónde puedes observar y tocar lo que hasta ese momento solo cabía en tu imaginación a partir de un boceto esbozado por el artista. Es un día dónde toda la comisión va a una, da igual que sea un niño, que un adulto, que una persona mayor, porque cada uno aporta algo, cada uno tiene una tarea, desde el descargar las piezas del camión hasta la decoración de la misma base del monumento, ya que, cada detalle cuenta. Al final, tras todo el trabajo realizado entre todos, los resultados obtenidos son mejores de los esperados, ya que se unen a la enorme emoción de comenzar los días grandes”.

Lo que menos le gusta es el día de la Cremà, “ya que se te queda una sensación agridulce en el cuerpo y al día siguiente no queda nada. El hueco que queda dónde antes estaba tu monumento se hace inmenso y notas una sensación de vacío”. Una de las cosas que cambiaría es la excesiva competitividad existente a veces en las hogueras.

Laura considera que ser candidata es una experiencia única e irrepetible: “es un momento de mi vida que no solo me va a traer aprendizaje, sino que va estar repleta de detalles e instantes que sé que quedarán grabados a fuego en mi corazón y en mi retina. Lo más bonito de esta etapa es compartirla, es vivirla con tu familia, tu comisión, tus amigos, pero, especialmente, disfrutarla con todas tus compañeras. Cuando caminas acompañada en una etapa tan bonita, ésta se convierte en una de las aventuras y vivencias más formidables de tu vida”.

Una última idea: “me gustaría agradecer a la foguera Sant Blai de Baix por permitirme formar parte de esta pequeña pero valiosa familia y por dejarme vivir esta experiencia de la manera más bonita e intensa posible. Este año ha ido increíble, pero las personas con quienes lo he compartido han superado todos los límites posibles. Porque como dice nuestro lema, ‘Ser de Sant Blai de Baix es de guapos’. Os quiero familia”.