Han transcurrido unos días desde que las Fallas de Elda ardieron, y es ahora cuando Ana Ruano, esta bellisima mujer, de 18 años de edad de carácter alegre y hablar pausado, nos abre las puertas de su corazón para hacernos recordar y agradecer todo lo vivido durante estos mágicos días.

Ana, perteneciente a la Falla Huerta Nueva, milita en sus filas desde que tiene uso de razón. La misma asociación en la que viven también la fiesta de las Fallas con intensidad casi la totalidad de su familia.

Su vinculación le ha hecho ostentar diversos cargos honoríficos a lo largo de su vida, 2006 y 2007 siendo Dama de Honor y en el año 2008 Fallera Mayor infantil de la Falla de su corazón, Huerta Nueva. En aquella última ocasión, no se presentó a la elección infantil, para resultar elegida FMI de Elda, contaba con tan solo 8 años y quizá sabía que unos años mas tarde, el destino la pondría como máxima representante de sus fiestas más queridas.

El tiempo transcurrió y Ana se convirtió en una festera de pro, adentrándose en las entrañas de la falla, aportando ideas y adquiriendo responsabilidades que le proporcionaron unas tablas suficientes como para llegar a cumplir su anhelado sueño, resultar elegida Fallera Mayor de Elda 2018.

Su elección la recuerda emocionante de principio a fin, deseaba que llegase ese momento con todas sus fuerzas, fue intenso comprobar como en primer lugar, su niña Lucía, candidata de la Falla Huerta Nueva infantil, era elegida como FME. Se miraron emocionadas, sabiendo que en breves instantes y si la suerte y el destino asi lo quería, podrían cogerse de la mano, y comenzar de nuevo juntas a iniciar el camino. Esta vez ya, como Falleras Mayores de Elda. Junto a ellas, sus Damas de Honor, el equipo perfecto. La aventura comenzaba.

A partir de ese instante, su vida dio un giro de 180 grados, y comenzó a adquirir unas responsabilidades que le proporcionaron a su vez las vivencias más dulces de su vida. Ana se siente muy agradecida con toda la Junta Central de las Fallas de Elda así como también del Ayuntamiento de Elda. En ellos ha encontrado respaldo, reposo, cariño y amistad.

Ana Ruano fue también Fallera Mayor infantil de su Falla, Huerta Nueva

La fiesta fallera es minoritaria en número, pero no en ilusión, ni en tradición e historia y poco a poco, se van dando los pasos necesarios para que estas sigan siendo importantes, las ultimas Fallas que se queman a lo largo y ancho de nuestra comunidad, unas Fallas cuyos monumentos, eje central de las mismas, cada año suman calidad y artistas de renombre en su haber.

Uno de los momentos especiales fue sin duda, la visita de Rocío Gil, Fallera Mayor de Valencia, un orgullo poder recibir a esta mujer cuyo cargo no le ha alejado del pueblo, más bien al contrario, todo Elda sintió su cercanía y naturalidad. Como le dijo Ana a Rocío «para mí, es un placer desfilar a tu lado en esta entrega de premios»  Los cargos pasan pero las personas quedan, y sin duda, Valencia y su Fallera Mayor 2017, han dejado una huella imborrable en este municipio alicantino.

Y llegó el dia de la Cremà, Ana jamás había tenido la oportunidad de poder contemplarla desde el balcón … Y ahí estaba ella, ardiendo, consumiéndose y elevando pavesas al cielo, como si cada una de ellas, fuera un recuerdo de Ana lanzado al aire… Esa es la magia del fuego, y no tiene nombre de provincia ni de fiesta, es puro sentimiento, arte y emoción.

Al día siguiente, Ana se levantó a las 8 de la mañana para acudir a su trabajo, pero en su cabeza aun resonaban los últimos acordes de los pasodobles festeros, la luz del fuego, el crujir de la manguera de todos los bomberos que hicieron esa noche posible, los aplausos de los eldenses y visitantes al caer cada remate en llamas, el estruendo de la pólvora que inundó el municipio durante cuatro días, las flores aun frescas adornando la plaza después de la ofrenda, mil y un recuerdos revolotearon por su cabeza y fue ahí, exactamente ahí, donde se dio cuenta de que el tiempo es oro y que su sueño de niña, por fin, se había visto cumplido.

Y ahora, tan solo queda pensar en los momentos que aun quedan por vivir, sabiendo que es la embajadora de unas fiestas en alza, que en 2019 cumplirán nada mas y nada menos que 90 años . Y con la convicción de que aun queda mucho por hacer y seguir aportando a este rincón que ha logrado que sus fiestas sean Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.