Las fiestas del fuego nos sorprenden cada día con historias como esta. Vivencias de una familia 100% alicantina por la que corre por sus venas el arte efímero. No en vano, Paco Granja es descendiente de uno de los artistas más prolíficos que ha dado esta tierra, Francisco Granja Velázquez, con más de un centenar de obras firmadas a lo largo y ancho de nuestra Comunidad.

Paco nos atiende de forma educada y entablamos una conversación muy amena, en la que los recuerdos van brotando, nos salpican a borbotones y a los dos, nos hacen sonreír. Para él la fiesta del fuego no es un trabajo, sino mas bien una forma de vida y pensamiento. El primer recuerdo de su vida lo asocia a ese lugar mágico que fue “el taller de papá”. Si cierra los ojos, podría describir perfectamente la imagen de su madre “tirando cartón“, incluso reconocería el olor cuando “se daba de blanco“ junto a sus tres hermanos.

Años mas tarde, tuvo que decidir un camino laboral y optó por estudiar Bellas Artes en Valencia. Cursó sus estudios a la vez que ejercía de aprendiz de Vicente Luna, todo un referente de la época. Y allí transcurrían sus días, en la ciudad fallera, impregnándose de lo que las Fallas de Valencia y su potencial podían ofrecerle, hasta que continuó su camino, pintando para otros artistas antes de volver a su querida ciudad de Alicante.
Paco siempre entendió este oficio como una tradición que pretendía perdurase en el tiempo y a lo largo de las generaciones, así que pese a que su vida laboral transcurra en un instituto impartiendo a sus alumnos la asignatura de dibujo técnico, nunca ha dejado de lado el taller propio de «Fogueres i Falles». Lo mantiene por inercia, ilusión, tradición y por el recuerdo de aquel que se marchó trabajando incansable hasta el último minuto, que mantuvo la familia unida y la emoción por el arte intacta.

Paco ha logrado algo maravilloso, y es aunar bajo el sello Granja a todos sus hermanos, una mujer técnico de laboratorio, un doctor en Bioquímica y un profesor, dejan sus quehaceres diarios en época alta, y juntos “van a merendar“ al taller, y trabajar todos unidos para concluir así los trabajos en familia. Unos proyectos cuidados con esmero y dedicación, en la que cada plantà se convierte en una explosión de alegría e ilusión.
Hoy es un dia especial, el recuerdo de su padre lo tendrán bien presente, ya que desde pequeños, han subido a esta ciudad hermana a plantar en la falla el Huerto, por la época en la que Isabel Villena, la actual presidenta de la Junta Central de las Fallas de Elda, era una joven Fallera Mayor.

Esta noche, y gracias a haber ganado el concurso de la Falla Oficial, vuelven juntos a Elda, para a las doce y tras el pregón que dará inicio a las fiestas desde el balcón del ayuntamiento, comenzar el montaje de este monumento del que está seguro, será del agrado de todos los eldenses y visitantes.
Una falla que habla de cultura, calzado, deporte y que también tiene una buena carga de critica social. Una obra que pese a no tener la presión de tener que obtener un premio y ser juzgada por un jurado especializado, sí que es consciente de que va a ser admirada por todo el municipio.
Como en la totalidad de sus obras, todo absolutamente está realizado en su taller, desde la idea original, el proyecto, el diseño, guión , cartelería, composición y realización … Un monumento Granja de principio a fin, que ya se encuentra en el camión a la espera de poder ser trasladado para el disfrute de todos.
Ese es el espíritu Granja, la tradición, la ilusión y el enriquecimiento de la cultura.

¡Suerte en la planta !